Nuestra Historia


A principios del siglo XX, llegaron a México familias judías buscando un mejor futuro. Procedentes del Medio Oriente (particularmente Siria y Líbano), los Balcanes, y Europa Oriental, arribaron atraídos por la política de puertas abiertas del presidente Porfirio Díaz, quien quería fomentar la inmigración extranjera a nuestro país.


Las razones de estas migraciones eran muchas y muy variadas. Algunos escapaban de persecuciones, mientras que otros salían de sus países en busca de mejores oportunidades económicas. Algunas familias llegaron a México con la esperanza de conseguir visas para después entrar a Estados Unidos, pero al verse bien recibidos por parientes y amigos que ya se encontraban aquí, decidieron quedarse.

En el mes de junio de 1912, los judíos en México decidieron formar una agrupación de ayuda mutua para así mejorar su condición de vida. De esta manera nació la Sociedad de Beneficencia Alianza Monte Sinai, que abrigaría a todas las familias judías que residían en la República Mexicana.


Los problemas que había que afrontar eran muchos y muy variados, pero particularmente se trataba de
ayudar a los nuevos inmigrantes que iban llegando. Se les proporcionaba, según el caso, un cuarto en donde vivir, oportunidades para trabajar, apoyo legal para regularizar su estancia en el país, entre otras cosas.


La
Alianza Monte Sinai, en sus inicios, se componía de escasas cincuenta familias, y fue la primera agrupación judía en la República Mexicana. Juntas hicieron posible, en 1914, la compra de un terreno en la Calzada México-Tacuba, para un panteón, siendo ésta una de las necesidades más apremiantes de la Comunidad. Con el fin de cubrir el costo de ese terreno, se decidió cobrar una cuota de veinticinco centavos mensuales por familia.


La Alianza Monte Sinai, en sus inicios, se componía de escasas cincuenta familias...

En 1918, la Comunidad adquirió una casa en las calles de Justo Sierra, número 83, en donde se construyó un hermoso templo, que a la vez fungía como sede de la Sociedad. El templo aún existe y continúa funcionando. El hecho de tener una sinagoga, y un lugar de reunión, ayudó a mantener a las familias unidas entre sí.


Ese año, además, la Sociedad de
Beneficencia Alianza Monte Sinai recibió personalidad jurídica de parte del gobierno de Venustiano Carranza. Y con el tiempo, la institución se fue enriqueciendo con la llegada de judíos de todas partes del mundo.

Eventualmente, la Comunidad se fue fragmentando, debido a las diferencias culturales entre los distintos sectores sociales, particularmente entre los judíos ashkenazitas (provenientes de Europa Oriental) y los judíos sefaraditas (originarios del Medio Oriente y los Balcanes). Así se formaron las distintas instituciones judías que hoy existen en México: la Comunidad Maguén David (que agrupa a los judíos provenientes de Alepo, Siria), la Comunidad Sefaradí (representando a judíos turcos y griegos), y la Kehilá Ashkenazí. Más adelante surgirían el Beth Israel Community Center (que congregó en su inicio a familias judías estadounidenses que radicaban en México), y la Comunidad Bet-El. Por su parte, Alianza Monte Sinai quedó como la comunidad que representaría a las familias judías provenientes de Damasco, Siria, y de Líbano.


A través del siglo XX, la colectividad judía en su conjunto fue creciendo, creando numerosas organizaciones para atender las necesidades
sociales, culturales, religiosas, humanitarias y profesionales de sus miembros. En el año 2012, Alianza Monte Sinai, en conjunto con toda la Comunidad Judía de México, celebró 100 años de vida institucional judía en México.


Misión

Somos una organización sin fines de lucro, que tiene como marco de pertenencia contribuir a fortalecer valores, brindando actividades asistenciales a personas de escasos recurso y grupos vulnerables por edad, sexo o problemas de discapacidad.

Visión

Ser una Comunidad unida, sólida, institucional, dinámica, trascendente y con capacidad de adaptación al entorno; que proporcione asistencia a personas de escasos recursos y grupos vulnerables; a través de la atención de requerimientos básicos de subsistencia en materia de alimentación, vestido, vivienda, orientación social, de educación, médica, y ayuda para servicios funerarios.


Objetivos y Valores

Trabajamos para garantizar la continuidad de nuestras tradiciones, para preservar y reforzar la estructura familiar, el respeto, el altruismo, la ayuda a nuestros hermanos y el sentido de pertenencia, a partir de los valores que nos caracterizan y que constituyen el legado de nuestros antepasados:

Beneficencia:

Es dar ayuda económica y moral a las personas necesitadas, cumpliendo así con el compromiso de justicia en su sentido más amplio.

 

Respeto:

Es considerar, reconocer y tratar a cada individuo como un ser único e importante.

Unión:

Es la convivencia y el fortalecimiento de los vínculos entre los integrantes de nuestra Comunidad, basados en nuestro sentido de pertenencia, con un fin común.


Fe:

Es creer en un Ser Único, Creador del Universo, que rige nuestras acciones a través de Sus leyes y mandamientos.

Integridad:

Es conducirnos y comportarnos con ética y honestidad en el ámbito personal y colectivo, en el trato con el prójimo y con nuestro entorno. 

Solidaridad:

Es brindar apoyo al prójimo en sentido absoluto e ilimitado. Es la total disposición de dar y servir. Es generosidad incondicional.

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